miércoles, 28 de septiembre de 2016

¡Cuánto daño le estamos haciendo a las Familias!

"¡Cuánto daño le estamos haciendo a las Familias!" pensé cuando regresaba al trabajo, hoy en la tarde. La idea surgió después de pensar un poco sobre el tiempo que requiere mi rol de padre. Mis dos hijos requieren, en este proceso de adaptación que estamos viviendo, mucha atención, cuidados, juegos, apoyo en las tareas, todo eso con mucho amor y paciencia
(cosas que reconozco que a veces no tengo en cantidades suficientes). Y para vivir esa paternidad, se requiere tiempo, mucho tiempo, que a veces siento que me hace falta o que tengo que "robarle" a otras actividades.
Y doy gracias a Dios por tener un trabajo que me permite tener tiempo, tal vez no el suficiente o el necesario para hacer todo lo que quisiera hacer con ellos, pero estoy segurísimo que tengo mucho más tiempo que muchos otros padres. Y también mi esposa tiene un trabajo con bastante flexibilidad, que le permite atender a los niños mucho mejor que si tuviera otras condiciones laborales.
Fue así que pensando en esto, reflexionaba que más allá de la "amenaza" a la familia que podría representar la aprobación de una ley que de oportunidad a que personas homosexuales se casen por lo civil, el verdadero daño, lo que realmente está destrozando a la Familia, es que nuestro sistema económico ha profundizado tanto la desigualdad en los ingresos que ahora los dos padres trabajan y en la mayoría de los casos, son jornadas de más de 8 horas, y además extenuantes. ¿En qué momento van a darle amor y cuidados a sus hijos? No hay tiempo...
Sé que muchos lo intentan, dar tiempo de calidad, más que cantidad. Pero pongámonos serios, educar a los hijos requiere de tiempo, es imposible pretender que en la hora que estamos con ellos mientras los levantamos y llevamos a la escuela, y luego en la otra hora entre que llegamos de la jornada laboral de 10 o 12 horas, y que ellos se duermen uno puede educar y formar, de una forma amorosa y efectiva. 
Si eres empleado de alguna organización que te demanda más tiempo que el legalmente establecido, intenta cambiar la cultura de la organización, o en el peor de los casos cambia de organización. Si eres empresario, se un empresario con una visión más amplia, en donde el éxito de la empresa no sea a costa de la explotación de los trabajadores. Está probado que las personas felices son más productivas.
Mientras nuestro sistema económico siga poniendo por encima del bienestar de las familias, el resultado financiero de las empresas nuestras familias, y por lo tanto, nuestra sociedad estarán sufriendo las consecuencias. Si el Estado tiene como función explicita proteger a la familia, entonces debería estar cuidando que los padres tengan tiempo suficiente (sin que esto merme la posibilidad de tener también los recursos necesarios) para dedicar a sus hijos, de tal manera que se consoliden los vínculos familiares y se promuevan las relaciones sanas. 
Y bueno, ustedes entenderán porqué no puedo escribir todo lo que quisiera...no tengo tiempo. 

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