jueves, 15 de enero de 2015

Mi sueño guajiro

Mi sueño guiajiro para estos días, a pesar de que ya pasó Navidad, Santos Inocentes y los Reyes Magos, es ver un informe de gobierno de Rolando Zapata diferente. Me gustaría que el informe estuviera dominado transversalmente por 3 cosas:

  1. Realidades. Antes que anda, es necesario que el informe sea realista, que en él se plasmen hechos reales y concretos de lo que ha puesto en marcha la administración estatal. Normalmente estos informes tienden a volverse festejos y celebraciones pero dadas las condiciones del país y del estado, necesitamos seriedad y sinceridad para poder enfocar adecuadamente las políticas públicas en los siguientes años.
  2. Autocrítica. Derivado del punto anterior, creo que también espero oir una autocrítica responsable. La sociedad necesita saber con claridad que se ha hecho bien, pero también en dónde se cometieron errores, o dónde los esfuerzos no fueron suficientes. Los informes tienden a ser muy triunfalistas, “todo es perfecto, vamos muy bien, somos lo mejor”, lo cual los vuelve poco objetivos e imparciales.
  3. Productividad. Normalmente en los informes se habla de gasto, de inversión, de los millones que se egresaron en las diversas acciones de gobierno, y además se presume que se gastó más que el año pasado o que el gobierno anterior. Pero ese es un indicador falso de la eficacia y de la eficiencia del gobierno. Necesitamos que se nos muestren indicadores claros de mejora y de productividad, de que el gobierno puede hacer más con menos. 
      Por otro lado, creo que hay temas de gran relevancia que también deben ser matizados adecuadamente, para que los ciudadanos podamos entender los avances reales:
  • Mejora de la economía en términos de microeconomía. Indicadores macroeconómicos ya no bastan para calificar el resultado en este sector. Llevamos casi 20 años hablando en términos macroeconómicos y diciendo que todo va bien, pero la realidad de las familias es diferente: los salarios pierden poder adquisitivo pues la inflación, aunque controlada, no se detiene; hay mucho subempleo y empleo temporal o informal; las condiciones laborales cada vez se acercan más a la explotación de las personas y pagan miserias; el crédito se vuelve un lujo para muchas familias o peor aún, se vuelve un lastre, más que una herramienta de mejora. 
  • Combate a la pobreza y la desigualdad: El desarrollo social propuesto por este gobierno ha estado dominado por la dádiva: paquetes, mochilas y uniformes escolares; tinacos y pinturas; eliminación de chatarra a cambio de premios; etc. Pero la brecha de desigualdad sigue siendo la misma, y poco se hace para que realmente las personas tengas cada vez más capacidad de vivir con un nivel de bienestar adecuado a través de sus propios esfuerzos.
  • Procuración de justicia y combate al delito: Seguirán diciendo que somos de los estados más seguros, pero en mi fraccionamiento hay al menos un robo a la semana. La realidad es que la sociedad sigue siendo muy desconfiada con la policía y la procuración de justicia que tenemos, y por eso no denuncia. 
  • Combate a la corrupción: Creo que es de los temas principales y en donde más nos debe el gobierno en turno. Necesitamos ver investigaciones confiables, independientes y con ninguna filia partidista. Pero para eso, aún falta mucho. 
     Y cuando desperté de mi sueño guajiro, el dinosaurio todavía estaba allí. 


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